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lunes, 10 de agosto de 2015

La Masonería: El Espacio y La Luna.

La Masonería: El Espacio y La Luna.


"Cuando El Hombre Llegue A Nuevos Mundos, La Masonería Estará Allí"


Lo anterior fue una cita de la edición de diciembre de 1969 The New Age Magazine, la revista oficial del Consejo Supremo de grado 33° A. & A. o Rito Escocés de la Masonería de la Jurisdicción del Sur, Washington, DC (Ver los detalles aquí) Edwin E. Aldrin, Jr., grado 32°, visitó la sede del Rito Escocés en la Casa del Templo de Washington, el 16 de septiembre de 1969, después del alunizaje histórico de Apollo 11, y trajo la bandera masónica que se llevó con él a la luna.

El programa Apolo estaba plagado de masones; que se sentían orgullosos de haber participado, y no fueron tímidos al publicitar el hecho. 

En la edición noviembre de 1969 de la revista The New Age, hay un extenso artículo de Kenneth S. Kleinknecht, masón de grado 33, Administrador del Programa de Mando Apolo y módulos de servicio; Subgerente del Programa Gemini; y Gerente de Proyecto Mercury. 

En la página 13, se lee:

"Tenga en cuenta cómo muchos de los mismos astronautas son hermanos masones: Edwin E. Aldrin, Jr.; L. Gordon Cooper, Jr.; Donn F. Eisle; Walter M. Schirra; Thomas P. Stafford; Edgar D. Mitchell y Paul J. Weitz. Antes de su trágica muerte en un incendio repentino en Cape Kennedy el 27 de enero de 1967, Virgil I. "Gus" Grissom era masón también. El astronauta Gordon Cooper, durante su época de vuelos espaciales en Gemini V en agosto de 1965, llevó consigo un funcionario trigésimo tercer grado Jewel y una bandera del Rito Escocés. A través de la placa lunar, la insignia masónica, la bandera, y los propios astronautas masones, la masonería ya estaba en la era espacial. ¿Podemos dudar de la francmasonería y su importancia espiritual para la era moderna, cuando incluso sus objetos representativos hicieron incursiones históricas en la grandeza infinita del espacio exterior?"

Medalla conmemorativa

En aquel entonces, la masonería no fue tímida a la hora de admitir que la "nave" es esencialmente un esfuerzo espiritual. De hecho, justo antes de que Kleinknecht escriba algunas biografías de los astronautas masones (así como Mason James Edwin Webb, el director de la NASA 1961-68), él incluye estas palabras: "La misión de la Orden ha sido siempre una de salvación, pero hasta ahora su campo de acción era el individuo y la interposición de él hacia la luz. La Masonería no puede pensar en estos términos ahora. Todos los hombres en todas partes deben escuchar nuestro mensaje o todos los hombres en todas partes perecerán." (ibid., pp 15-16; énfasis personal).

La NASA y Su Simbología.

Por si alguno de ustedes todavía alberga dudas, le invito a echar un vistazo a los anagramas del programa espacial norteamericano y descubrir con asombro la presencia de símbolos de gran significado mágico-esotérico.

Un ejemplo de esto, es que las autoridades de la NASA no escogieron al joven dios Apolo caprichosamente. Estamos hablando de la máxima autoridad científica, que aglutina las grandes mentes matemáticas, físicas y astronómicas de la nación, si acaso no del mundo. Por lo tanto, como todos sus viajes espaciales, esa fue una decisión fríamente calculada para perseguir un resultado específico, a través de su Programa Apolo.

Apolo de Belvedere

¿Qué significa o porta este dios que capturó las mentes de estos científicos? Aunque es muy polifacético, en el panteón griego Apolo es principalmente conocido como el dios del sol y o de la luz (radiante, luminoso y brillante). También como el dios de la medicina y la sanidad; el dios del tiro de arco; de los oráculos o la profecía griega; de los ganados y los colonos; dios de las musas y, por lo tanto, de las artes como la música y la poesía.

Así que, para un Programa que persigue la exploración, conquista y colonización espacial se requería la ayuda del debido dios, y según los directivos de la NASA, ese debía ser Apolo, que como hemos visto tenía todos los atributos necesarios para que este Programa espacial llegara a feliz término y con éxito, claro, con sus debidos sacrificios y respectivas ofrendas. ¡La NASA necesitaba la luz, el arco y la flecha del dios griego, para viajar y aterrizar en la Luna!

Apolo también le facilitaría a las mentes científicas de la NASA, la letra y el número necesario para el éxito de su Programa espacial: la letra A (en griego: Alfa), que conlleva en sí sus significados:

En su etimología antigua (proto-sinaítica y egipcia) la letra A proviene de la figura del "Toro" ('Ip en el proto-sinaítico/hebreo antiguo; apis en egipcio y alef en hebreo).

En su numerología la letra A, representa el número "1", y en su orden "el Primero".


En efecto. Pocos han advertido que tras la estilizada A del proyecto Apollo se esconde, también, la constelación de Orión, trasunto del dios Osiris de la mitología egipcia. El trazo horizontal de la A está formado por las estrellas Mintaka, Alinam y Alnitak, del mismo modo que las tres pirámides de la meseta de Gizá lo representan en la Tierra.

Se da la circunstancia que Osiris fue considerado por los antiguos egipcios una suerte de “educador” celestial. Según su mitología, descendió a la Tierra junto a Isis (Sirio) con la misión de enseñarles a vivir en ciudades, conocer la agricultura y desvelar los misterios del mundo de los muertos. Cabe preguntarse, entonces, ¿qué hace Orión en el emblema de una misión espacial?

La respuesta, sin duda, está en la mitología. En julio de 1960, Abe Silverstein, director de desarrollo de vuelos espaciales de la NASA, sugirió el empleo de la mitología greco-romana en los nombres y emblemas de los proyectos Mercurio, Géminis y Apollo.

El primero alude al dios mensajero, muy apropiado para el nombre de una cápsula que prepara el terreno de una rápida misión. El nombre de Géminis también parece lógico para un proyecto en el que las naves son tripuladas por dos astronautas y volaron a la par que sus gemelas en el espacio pero, ¿por qué Apollo en la conquista y exploración lunar?

En la mitología griega, Apolo era el hermano de Artemisa (Luna). Como no podía consentir el romance que vivía su hermana con Orión dispuso que un escorpión monstruoso le diera caza. Pero fracasó. El experimentado cazador viendo que la armadura del escorpión era a prueba de armas mortales decidió tirarse al mar y huir. Cuando Orión ya estaba lejos, apostó con su hermana que no era capaz de hacer diana contra la cabeza que se vislumbraba en las aguas y que, según le explicó, era la de un malvado que acababa de seducir a una de sus sacerdotisas. Artemisa, segura de su puntería, aceptó el reto, apuntó con su arco a la cabeza y la atravesó con su flecha sin saber que, en realidad, estaba disparando a su amado Orión. Al conocer la verdad, su dolor fue tan grande que le puso en el cielo como una constelación que ocupa una posición diametralmente opuesta a Escorpio de modo que cuando Orión se va al ocaso por el horizonte occidental surge el “escorpión” en el oriental. Se diría, por tanto, que el emblema del proyecto Apollo representa el triunfo de éste sobre la Luna (Artemisa) aunque llama la atención que para ello sea preciso pasar por el cinturón de Orión, según se deduce del trayecto que parte de la Tierra al rostro del dios reflejado en la Luna y que adquiere un notable pero discreto protagonismo en el logotipo. ¿Sugiere que la clave de la Luna se halla en esta constelación venerada por todas las grandes civilizaciones de la humanidad?

Eso es lo que pasa cuando un Logo es diseñado por mentes matemáticas, astrofísicas y astronómicas... ¡Nada se deja al azar! Todo está fríamente calculado para lograr un fin, para comunicar un mensaje y alcanzar una misión. Por cierto, un último detalle, en el dibujo de la luna, en su "lado oscuro", se encuentra el busto del dios Apolo de Belvedere, cuya imagen está más arriba.
El Águila, está ligado a las sociedades secretas de los Caballeros Templarios y las órdenes de los Cistercienses y los Celestinos, igualmente los Estados Unidos de América está ligado a sus sucesores: las órdenes secretas de la Masonería mundial y los Illuminati, junto con sus diversas ramificaciones. Así que, no nos debe sorprender cómo un Departamento ligado tan estrechamente al gobierno, a la industria y al ejército norteamericano, esté tan influenciado por la masonería.

Pues el águila representa al dios solar venerado por todas las antiguas civilizaciones desde Babilonia hasta el presente sistema babilónico mundial promovido por las sociedades secretas; y que tras el cual se oculta nada más y nada menos que la adoración a Lucifer, "el portador de luz", la antigua serpiente que le comunica sabiduría a los poderosos de la tierra.

Así que, en su Programa espacial para el viaje, exploración y colonización de la Luna, la NASA escogió la simbología, la mitología y la numerología relacionadas con el culto al sol:

La imagen (en su insignia) y el nombre (en su módulo lunar) del águila, que representa al dios solar griego Zeús, el romano Júpiter y el egipcio Ra, entre otros

Los Rituales En La Luna

En la foto con que iniciábamos este artículo, es de de noviembre de 1969, después de que el Apolo 11 completara su misión a la Luna, la revista masónica ‘The New Age’ (ahora llamada ‘The Scottish Rite Journal’) lo celebró con la primera portada en color de su historia, ilustrada con una fotografía de Aldrin junto a la bandera estadounidense en Mare Tranquilitatis. Bajo ella, podía leerse: “Edwin E. Aldrin, Jr, 32º, on the Moon”. El astronauta pertenecía al rito escocés y a la jurisdicción sur de Estados Unidos de esta secta.

El diploma entregado a Aldrin por la Gran Logia de Texas, donde se lee claramente que dicho astronauta fue “the first Mason on the moon”

La vinculación a la masonería de Aldrin, y posiblemente de otros astronautas, es cierta. 

Así es como narra Aldrin las complicaciones que sufrió con su anillo masónico, momentos antes del lanzamiento de su histórica misión, cuando acababa de “embutirse” en su traje espacial:

“Una vez que el aire fresco comenzó a correr por el traje me acomodé y relajé. El único momento de ansiedad llegó cuando me di cuenta de que el anillo masónico de grado 32 de mi abuelo no estaba. Lo había llevado durante más de un año y lo consideraba parte de mí. Pasaron varios minutos y me dejé arrastrar por un curioso -y nada habitual- ataque de superstición. Después de todo, había planeado llevar el anillo a la Luna y traerlo de vuelta, y ahora había desaparecido. Me di cuenta de que debió desprenderse cuando me limpié de las manos la crema de los contenedores fecales. Un médico se ofreció voluntario para correr por todo el pasillo y buscar en el lavabo. En cinco minutos había regresado con el anillo”.

En cuanto a la breve ceremonia religiosa que llevó a cabo Aldrin sobre la Luna, también queda explicada en sus memorias, así como en el más conocido libro de Andrew Chaikin, ‘A Man on the Moon’ (‘Un hombre en la Luna’). El astronauta fue el primer ser humano y, hasta el momento, el único en recibir la comunión en un cuerpo planetario distinto a la Tierra.

Kit de comunión utilizado por Aldrin en la Luna.

Nota manuscrita que Aldrin leyó en la Luna antes de tomar la comunión. Tarjeta que fue subastada en 2007 por 180,000$. 

El pequeño cáliz de plata usado por Buzz Aldrin en la Luna.

Cáliz usado por Buzz Aldrin en la Luna y que se guarda a la iglesia de Webster, Texas. Donde el domingo más próximo al 20 de julio celebran sus feligreses lo que llaman la 'Comunión lunar'.

“Durante el primer momento desocupado en el LM [módulo lunar] antes de tomar mi comida, busqué en mi botiquín de utensilios personales y saqué dos pequeños paquetes que habían sido especialmente preparados a petición mía. Uno contenía una pequeña cantidad de vino, el otro una pequeña hostia. Con ellos y un pequeño cáliz del maletín, tomé la comunión en la Luna, leyendo para mí mismo de una pequeña tarjeta que llevaba en la que había escrito un extracto del Evangelio de Juan usado en la ceremonia tradicional de comunión. Había intentado leer mi pasaje de comunión a la Tierra, pero en el último minuto Deke Slayton [director de vuelos tripulados] me había pedido que no lo hiciese. La NASA estaba ya inmersa en una batalla legal con Madelyn Murray O’Hare, la famosa oponente de la religión, sobre la lectura de la tripulación del Apolo 8 del Génesis mientras orbitaban la Luna en Navidad”.

Corte de la serie "From the Earth to the Moon cap.6" donde se muestra como Edwin Aldrin Comulga en la Luna

A Aldrin no le gustó demasiado tener que disimular sus creencias, pero terminó aceptando la petición de Slayton y, en lugar de leer la Biblia en voz alta, pidió que cada uno reflexionara sobre el significado de aquellos instantes “en su propia e individual manera”. Andrew Chaikin, que entrevistó personalmente a los astronautas, cuenta cómo Neil Armstrong se sorprendió cuando Aldrin pidió un momento de silencio desde el módulo lunar “a todas las personas que estén escuchando”, ya que desconocía qué se disponía a hacer su compañero. Tampoco lo sabía la mujer de Aldrin, Joan, que en ese momento escuchaba las palabras de su marido desde su casa de Nassau y, simultáneamente, un disco del pianista de jazz Duke Ellington, pasados ya los momentos de tensión del alunizaje.

Los Otros Ingredientes De La Trama Lunar

Una de las cosas que realmente le está haciendo daño a al mundo de del misterio y la conspiración, es no distinguir entre una especulación y una verdad.

Este apartado es especial para las historias que realmente son tema de especulación, ya que no pueden ser probadas al 100%.

Se sospecha que Armstrong, también era masón, aunque esto nunca lo afirmó públicamente. Se dice que en la Casa del Templo, en Washington DC, hay una fotografía de Neil Armstrong sosteniendo su Delantal Masónico a la altura de la cintura sobre su traje espacial. 

La confusión de su pertenencia, puede tal vez, estar motivada, en que su padre, que también se llamó Neil, sí fue un activo masón, incluso habiendo llegando al Grado 33. Para conmemorar este evento histórico, y para solidificar y establecer la Masonería de Texas en la Luna, se emitió un carta constitucional a una Nueva Logia, conocida como Tranquility Lodge Nº 2000 (Logia Tranquilidad Nº 2000) que funciona bajo los auspicios de la Gran Logia de Texas.

MANDIL DE LA LOGIA “TRANQUILITY Nº 2000”

Tambien se dice que Aldrin llevaba consigo en el interior de su traje espacial, una bandera del Supremo Consejo de la masonería norteamericana, la cual supuestamente fue izada en la luna. Esta bandera está hoy expuesta en la biblioteca-museo del Templo del Rito Escocés de Washington, seguramente regresada por alguno de los otros hermanos que tuvieron la posibilidad de pisar nuestro satélite en misiones posteriores.

BANDERA LLEVADA POR ALDRIN EN SU VIAJE A LA LUNA

ASTRONAUTAS ESTADOUNIDENSES DE FILIACIÓN MASÓNICA

Coronel Edwin E. Aldrin Jr. (USAF), Logia Clear Lake N° 1417, Texas.

Coronel Leroy Gordon Cooper Jr. (USAF), Logia Carbondale N° 82, Colorado.

Teniente Coronel Don F. Eisele (USAF), Logia Luther B. Turner Nº 732, Columbus, Ohio.

Teniente Coronel Virgil L. Grissom, Logia Mitchell, Indiana.

C. F. Kleinknecht, Logia Fairview Nº 699, Fairview, Ohio.

Edgar D. Mitchell, Logia Artesia N° 28, Artesia, Nuevo México.

Capitán Walter M. Schirra Jr., Logia Cañaveral Nº 339, Cocoa Beach, Florida.

Coronel Thomas P. Stafford, Logia Western Star Nº 138, Weatherford, Oklahoma.

James Irwin, Logia Tejon N° 104, Colorado Springs.

Comandante Paul J. Weitz, Logia Nº 708, Erie, Pennsylvania.

James Edwin Webb, Logia Oxford Nº 122, Oxford, North Carolina.

John Glenn, Logia Concord N° 688, New Concord, Ohio.

ASTRONAUTAS ESTADOUNIDENSES CUYOS PADRES ERAN O SON MASONES

Allan Sheppard.

Vance Brand.

John Glenn.

Anthony England.

William Pogue.

Neil Armstrong.

Edgar Mitchell.

Fuentes:

http://leondejudamins.blogspot.com

http://www.logiahermes.org

http://josep-guijarro.blogspot.com

http://www.diariomasonico.com

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