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jueves, 28 de mayo de 2015

DISIDENCIA CONTROLADA: LAS MIL CARAS DE LA HYDRA NAZI (II)

“La guerra es sólo un fraude”: El Día de los Caídos es un engaño. “Nuestros soldados murieron por las ganancias de los banqueros” – Extracto de un discurso pronunciado en 1933 por Smedley Butler, General del Ejército Estadounidense-



Un “Teatro” Macabro De Muerte Y Destrucción

Partiendo que mi interés es uno puramente académico, por lo que no apoyo ninguna ideología política, fundamentalismo o extremismo alguno, seguiremos con esta serie sobre la disidencia controlada; y muy especialmente, haciendo énfasis en este aparte de la Hydra Nazi, el cual tiene mucho que enseñarnos y mostrarnos, de cara a desenmascarar una faceta del poder en la sombra a través del tiempo.

Nos han querido contar una historia donde hay “buenos” y “malos”; pero tal vez, digo yo, si nos colocamos a analizar más profundamente la historia y comenzamos desde “cero”; nos podremos dar cuenta que la historia real solo cuenta con bandos “oscuros”, persiguiendo intereses netamente económicos y de poder.


La doble moral con que se cataloga a una persona de “antisemita”, en algunos países te puede llevar a prisión, perder tu trabajo o pagar multas, solo por dar una opinión o hacer una caricatura; ya que el termino en sí mismo, ya ha sido malinterpretado y sacado de contexto, para que cierta etnia sea la “privilegiada” e “intocable” ante las demás.

Una frase muy conocida y que desde mi punto de vista tiene mucho de sentido común y de razón, es la que pronunció el escritor George Orwell, autor del magnífico libro 1984:

“La historia la escriben los vencedores”

Winston Churchill tenía claro que lo que decía Orwell era cierto, aunque desconozco si conocía la frase, pronunciada el 4 de febrero de 1944, pero en cualquier caso estaba de acuerdo con la moraleja. Tanto es así, que de su boca salió lo siguiente, indicativo del carácter del primer ministro británico y de la opinión que tenía de sí mismo:

“La historia será generosa conmigo, puesto que tengo la intención de escribirla.”

La contabilización de las víctimas de la Segunda Guerra Mundial ha sido objeto de numerosos estudios, que normalmente ofrecen estimaciones de entre 55 y 60 millones de personas fallecidas, elevándose hasta más de 70 millones según los cálculos más pesimistas y de 40 a 45 millones según los más optimistas; de las cuales apenas aproximadamente 8.860.400 eran bajas militares.


En síntesis; un “teatro” macabro de muerte, que según a mi juicio, y por las posteriores reacciones de Aliados, Nazis, Iglesia Católica e israelíes; pareciese que estuvieran entramados en una red común de psicopatía y doble moral en contra de la humanidad y sus valores esenciales.

La “Caza De Los Nazis”, su “enjuiciamiento” y ocultación por parte de los anteriormente mencionados podrían dar fe de la anterior afirmación.

La Operación “Paperclip”

“Paperclip” fue el nombre en clave dado a un proyecto de la Joint Intelligence Objectives Agency (JIOA) (agencia que entonces agrupaba a todos los servicios de inteligencia militar de los Estados Unidos) que supuso la desnazificación de Alemania al finalizar la Segunda Guerra Mundial y la “nazificación total” posterior del “país de la oportunidades”.

Varios cientos de tecnócratas, científicos, doctores y médicos fueron amnistiados de cargos como crímenes contra la paz y crímenes contra la humanidad a cambio de ser reclutados para que continuaran los trabajos que habían desarrollado para el “Reich de los 1000 años”.

El ejército estadounidense y los servicios de inteligencia tenían un interés inusitado en hacerse con el control de todos los documentos y conocimientos obtenidos por la Alemania nazi en el campo de los cohetes, armas químicas y medicina. La carrera armamentística con la Unión Soviética había comenzado y aunque esta también había reclutado a científicos nazis, todo parece indicar que esta carrera comenzó de forma desigual para los comunistas.

Ishii Shiro (1892 – 1959)

Los servicios de inteligencia estadounidenses también ofrecieron pactos similares a doctores y médicos japoneses que habían participado en crímenes similares. Uno de los ejemplos más sobresalientes del ámbito japones fue el reclutamiento Ishi Shiro, coronel y microbiólogo que dirigió experimentos con humanos tales como vivisecciones, exposiciones a químicos y enfermedades modificadas en laboratorio, pruebas de los efectos de armamento convencional, pruebas en tanques de presión, etc.

Equipo de Experimentación de Ishii Shiro

La grotesca unidad 731 dirigida por Ishi fue además, la responsable de la liberación de millones de ratas infestadas con cepas modificadas del tifus y el cólera en vastas áreas de China en el ámbito de la guerra química y biológica que Japón llevo a cabo contra esta. Aún en nuestros días, los efectos del tifus y el cólera esparcidos en aquellos días sigue teniendo incidencia sobre la población.

La Experimentación Se Llevaba a Cabo Tanto En Personas Vivas Como Muertas

Al menos 3.000 personas murieron en los experimentos en las instalaciones de la Unidad 731. Alrededor de 200.000 personas murieron en las armas biológicas de prueba de campo. Entre 20.000 y 30.000 chinos murieron cuando se liberaron los ratones contaminados. 

El destino de Ishi Shiro es quizás uno de los más increíbles de entre todos los criminales de guerra reclutados por Estados Unidos, dado el sadismo y brutalidad de su unidad 731. Cuando se perdió la guerra, obligó a la mayoría de su personal de suicidarse después de que su unidad fue disuelta, Ishii, tras entregar toda la documentación de sus experimentos, permaneció un tiempo en el país y con su historial ya limpio pudo llevar una vida completamente normal. Posteriormente regresó a Japón donde se le recibido con todos los honores y durante sus últimos años fue nombrado (por increíble que parezca) gobernador de Tokio, presidente de la Asociación Médica y presidente del Comité Olímpico de Japón.

El destino que recibieron algunos de los más destacados y prominentes miembros de la maquinaria de guerra nazi y nipona aún hoy sigue siendo motivo de vergüenza para unos y de justificaciones chovinistas (en su mayoría basadas en la “amenaza inmediata” que suponía la Unión Soviética) para otros.


El caso más conocido y el que levanto mayor polvareda en la opinión pública de Estados Unidos fue el del ingeniero aeronáutico Werner von Braun, director de la NASA y jefe del proyecto Apolo que llevó al hombre a la Luna. Durante el régimen nazi, Braun era uno de los máximos responsables del centro de pruebas de Peenemünde.

Producción De Cohetes En Mittelbau-Dora

El proyecto que dirigía Braun se valía del campo de concentración de Mittelbau-Dora también llamado Dora o Dora-Nordhausen. En él se producían los cohetes V2, V1 así como motores de avión en la fábrica subterránea de Mittelwerk valiéndose de mano de obra esclava. Las condiciones de trabajo aseguraban una muerte casi segura por no hablar de la severísima disciplina y terror que se cernía constantemente sobre los trabajadores. Von Braun siempre negó tener cualquier responsabilidad personal en los crímenes nazis.

Arthur Rudolph

El prominente nazi, Arthur Rudolph, fue nombrado jefe de proyecto del programa de la nave Saturno V, con el que se llegaría a la Luna en 1969. Rudolph había sido jefe de producción en Mittelwerk durante la guerra y estuvo a cargo de establecer el número de horas de trabajo que podían realizar los prisioneros del campo de concentración de Dora. Al mismo tiempo, un ex miembro de las SS y destacado miembro del programa de Peenemünde, Kurt Debus, llegó a convertirse en director del Kennedy Space Center en Cabo Cañaveral.

Hubertus Strughold

Otro científico nazi, Hubertus Strughold, conocido como el “padre de la medicina espacial”, también formó parte de Paperclip. Strughold había experimentado con humanos con el objetivo de estudiar la resistencia al frío del cuerpo y tratar de mejorar la supervivencia de los pilotos alemanes derribados en el mar o que tuvieran que saltar en paracaidas a grandes altitudes. Prisioneros de los nazis eran utilizados para comprobar la resistencia humana al hielo, la absorción de agua salada y a la privación calculada de oxígeno.

Las víctimas fueron en su mayoría prisioneros rusos, gitanos o judíos, que, como se comprende, rara vez sobrevivían a este tratamiento. Los pocos que lo lograron sufrieron amputaciones, desfiguraciones y otras graves lesiones permanentes.

Dachau: gitano sometido a un experimento

Dachau: víctima de los experimentos con agua salada

También existieron numerosos programas de investigación química y biológica que utilizaron antiguos miembros de la IG Farben, empresa que produjo el gas Zyklon B utilizado en los campos de concentración. Entre los experimentos que se desarrollaron, se conocen los que trataban de obtener antídotos y trajes aislantes contra el gas Tabun y Sarín (desarrollados por los alemanes e importados en grandes cantidades a EEUU), estudios con LSD para futuras guerras “psicoquímicas” que tratarían de debilitar tanto a la población como a las tropas enemigas y estudios con Sernyl más conocido como PCP o “polvo de ángel”, etc.

Un prisionero muere en la cámara hiperbárica de Dachau

Los seleccionados por Paperclip, estimados en no menos de 700 miembros, y sus familias fueron trasladados secretamente y, en teoría, sin el conocimiento del Departamento de Estado. Sin embargo, la política de captación de antiguos cuadros nazis y japoneses, fue aprobada posteriormente por el presidente Truman y convertida en prioridad nacional. Fue el Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, el encargado de integrar a los amnistiados en los servicios de seguridad del Estado o en operaciones clandestinas en el extranjero.

Reinhard Gehlen

El interés no se centró exclusivamente en el conocimiento científico, al menos para Estados Unidos. Bajo otros paraguas de la inteligencia estadounidense, criminales de guerra, militares, antiguos espías y casi cualquiera que pudiera ofrecer algo importante era susceptible de ser “contratado” para la “agencia”. Grandes “fichajes” en este sentido fueron los de los temibles Reinhard Geheln (antiguo director de los servicios de secretos en Europa oriental durante la guerra) y Klaus Barbie, el carnicero de Lyon entre otros.


Klaus Barbie

La organización que Gehlen dirigió tras la guerra ayudó a más de 5000 nazis a dejar Europa y establecerse por todo el mundo. Barbie colaboró con diversas dictaduras latinoamericanas ayudando a crear y dirigir los brutales pero efectivos “escuadrones de la muerte” en Chile, Argentina y El Salvador.

Otros destacados miembros de regímenes fascistas aliados del Tercer Reich, como Hungría, también obtuvieron refugio en Estados Unidos y países de América del sur.

Hoy en día, toda la documentación relativa a ‘Paperclip’ continua siendo clasificada como secreto absoluto en los EE.UU.

“La Línea De Las Ratas”


Las Líneas de Ratas o Ratlines por su nombre en inglés, eran sistemas de escape para Nazis y otros fascistas que dejaban Europa a finales de la Segunda Guerra Mundial tras la derrota de los países del Eje.

U-977 firmo su rendición en Argentina

Estas rutas de escape terminaban generalmente en paraísos seguros en Sudamérica, particularmente en Argentina, Paraguay, Brasil y Chile. Otros destinos incluían Estados Unidos, Canadá y el Medio Oriente.

Una de estas Líneas de Ratas, que fue hecha famosa por el thriller de Frederick Forsyth The Odessa File (El documento Odessa), era administrada por la Organización ODESSA (Organisation der ehemaligen SS-Angehörigen, "Organización de ex miembros de las SS"), red organizada por Otto Skorzeny. Sin embargo, investigaciones más recientes han demostrado que el rol de dicha organización en la huida de un gran número de criminales de guerra nazis fue limitado.


Padre Felix Morlion

Poco antes de que los alemanes se retirasen de Europa, el Padre Felix Morlion, funcionario papal, creó una organización de inteligencia vaticana llamada Pro Deo, con sede en Lisboa.

Cuando Estados Unidos entra en la guerra, Felix Morlion y su organización son transladados a Nueva York. Allí el sacerdote fundó la organización "Consejo Americano Internacional de Dios para la Promoción de la Democracia". En el mismo edificio donde funcionaba, se encontraba la oficina de William Taub, conocido por el caso Watergate; además de tener relaciones con Richard Nixon (participó en su campaña electoral), Howard Hughes, fabricante de aviones y armamento, Aristóteles Onassis, magnate naviero, y Jimmy Hoffa, jefe mafioso del sindicato de camioneros; Dios los cría y ellos se juntan, pobrecitos..


Alois Hudal

Año 1.944, la Secretaría de Estado de la Santa Sede recibe autorización para nombrar a un “funcionario” para visitar internados civiles germano parlantes en Italia, trabajo que es asignado al obispo austriaco Alois Hudal, (ferviente nacionalista antisemita), que era rector del Pontificio Instituto Teutonico Santa Maria dell’Anima en Roma, también rector de un seminario para sacerdotes llegados de Austria y Alemania y el Director Espiritual de los Alemanes Residentes en Italia.

Después del final de la guerra en Italia, Hudal se convirtió en un defensor activo de los prisioneros de guerra e internados que hablaban alemán y que estaban esparcidos por toda Italia. En diciembre de 1944, la Secretaría de Estado de la Santa Sede recibió una autorización para nombrar a un funcionario que "visitara a los internados civiles germano parlantes en Italia", trabajo asignado a Hudal.

Pasaporte de Brasil del Nazi Gustav Wagner 

Hudal usó este puesto para ayudar a escapar a buscados criminales de guerra nazis, entre los que se encontraban Franz Stangl, comandante de Treblinka, Gustav Wagner, comandante de Sobibor, Alois Brunner, responsable del Campo de internado de Drancy cerca de París y oficial a cargo de las deportaciones de Eslovaquia a Campos de concentración alemanes, y Adolf Eichmann.

Algunos de estos estaban internados en campos: generalmente sin papeles de identidad, por lo que era fácil colocarles nombres falsos. Otros nazis estaban ocultos en Italia, y la ayuda que Hudal prestaba para escapar empezó a ser conocida en estos círculos.

En sus memorias, Hudal diría de sus acciones: Agradezco a Dios que Él (me permitiera) visitar y confortar a muchas víctimas encarceladas o detenidas en campos de concentración, ayudándolas a escapar con papeles falsos.

Abril de 1945. Soldados de la Brigada Judía vigilando prisioneros de guerra alemanes en Italia

Hudal explica que según su visión:

“La guerra de los Aliados contra Alemania no fue una Cruzada, sino una rivalidad entre complejos económicos en la cual habían luchado para conseguir la victoria. Este negocio... usó lemas como democracia, raza, libertad religiosa y cristiandad como anzuelo para las masas. Por todas estas razones después de 1945 me sentía obligado a dedicar todo mi trabajo de caridad principalmente a antiguos Nacional Socialistas y Fascistas, especialmente a los así llamados 'Criminales de Guerra'.”


De acuerdo con Mark Aarons y John Loftus en su libro Unholy Trinity, Hudal fue el primer sacerdote católico que se dedicó a crear rutas de escape. Aarons y Loftus afirman que Hudal proveyó a las personas objeto de su caridad con dinero para que pudieran escapar, y aún más importante con documentos de identidad falsos de la Organización de Refugiados del Vaticano (Commissione Pontificia d'Assistenza).

Estos documentos del Vaticano no eran exactamente pasaportes, y no eran suficientes como para permitirles trasladarse a otros continentes. Ellos eran la primera etapa de una larga lista de pasos: gracias a los documentos del Vaticano, los protegidos podían obtener un pasaporte personal de parte del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que a su vez podía ser usado para obtener una visa. En teoría la CICR debía realizar una investigación de los antecedentes de los aspirantes a obtener el pasaporte, pero en la práctica la sola palabra de un sacerdote o particularmente de un obispo era más que suficiente. De acuerdo con informaciones recolectadas por Gitta Sereny de un alto ejecutivo de la rama romana del CICR, Hudal podía usar su posición como obispo para solicitar documentos del CICR "de acuerdo con sus propias especificaciones". Las fuentes de Sereny también revelaron un intenso comercio ilícito de documentos de la CICR.

Pasaporte Cruz Roja Adolf Eichmann

De acuerdo con reportes de inteligencia desclasificados del gobierno de Estados Unidos de América, Hudal no fue el único sacerdote que ayudó a los nazis a escapar. En el "Reporte de La Vista", desclasificado en 1984, el agente del Cuerpo de Contrainteligencia, Vincent La Vista, reportó cómo había logrado conseguir fácilmente documentos falsos de la CIRC para dos supuestos refugiados húngaros gracias a una carta del sacerdote católico Joseph Gallov. Gallov, que era administrador de una asociación de caridad para refugiados húngaros del Vaticano, sin haber realizado ninguna pregunta escribió una carta a su "contacto personal en la Cruz Roja Internacional, que después obtuvo los pasaportes".

Algunos famosos criminales de guerra Nazis como Adolf Eichmann, Franz Stangl, Gustav Wagner, Erich Priebke, Klaus Barbie, Edward Roschmann, Aribert Heim, Andrija Artuković, Ante Pavelić y otros como Walter Rauff, Alois Brunner y Josef Mengele.

Israel También Protegió A Los Ingenieros Del “Holocausto”


Resulta paradójico y a la vez terrorífico pensar que el mismísimo Israel, si ha leído bien, el mismo país centro del sionismo mundial, que utiliza como propaganda lastimera a las víctimas judías de la segunda guerra mundial, y a través de su servicio de espionaje (El Mosad), empleo a criminales de guerra nazis, como espías para su causa; documentación de la CIA revelarían que existen muchos casos de esta situación y la cazadora de nazis Biatte Klarsfeld, diría: “es difícil de entender que precisamente Israel ayudase a estos asesinos a escapar de la justicia.”

Simon Wiesenthal sostiene fotos de ambulancias usadas como cámaras de gas móviles, y de nazi Walter Rauff. Lo que el famoso cazador de nazis no sabía era que al SS coronel Rauff lo había ayudado a escapar el mismo.

En un memorándum de la CIA del 24 de marzo de 1950 hay referencia escrita de las relaciones entre el agente israelí Edmond (Ted) Cross -su nombre está borrado en este documento- y el nazi Janos Walberg, El documento describe la utilización de ex nazis para trabajos de espionaje en las naciones árabes.

Expondremos los dos casos más conocidos de nazis protegidos y al servicio del mosad israelí.

Walter Rauff

Walter Rauff, oficial de las SS responsable de la aniquilación de al menos 100.000 personas, que estaba denunciado por los aliados por sus actividades como criminal de guerra, fue utilizado a finales de los años 40 por el servicio secreto israelí el cual, en vez de entregarlo a la justicia, le pagó por sus servicios e incluso le ayudó a escaparse a América del Sur. Documentos del servicio central de inteligencia (CIA) de Estados Unidos que se han hecho públicos en los últimos años, revelan que tenían conocimientos sobre el caso de este criminal nazi y que no fue el único a quien Israel ayudó a escapar.

Después del fracaso del envío del coronel de las SS Walter Rauff a Egipto, el servicio israelí en una declaración bastante creíble empleó a este personaje, cuyas posturas y pasado no despertarían sospechas en Egipto de que pudiera ser un agente israelí.

Otto Skorzeny

El ex jefe de los servicios secretos de Israel (Mosad), Iser Harel, reveló que varios militares nazis sirvieron a esa organización como espías en Estados árabes. Harel formuló sus declaraciones al diario independiente Haaretz a raíz de las noticias sobre las actividades del legendario coronel austriaco Otto Skorzeny, reclutado por el Mosad en Madrid para desbaratar un programa de construcción de cohetes en Egipto. 

Kurt Waldheim, un nazi que llego a ser Secretario General de Naciones Unidas.


Se trata del austriaco Kurt Waldheim, que ejerció como Secretario General de Naciones Unidas, entre los años 1972 y 1981, y posteriormente, y gracias a la popularidad obtenida por dicho cargo, se convirtió en presidente de la República austriaca, entre 1986 y 1992.

Kurt Waldheim empezó su carrera política, antes de la Segunda Guerra Mundial, en los escuadrones paramilitares del partido nazi, responsables de múltiples asesinatos y desapariciones de disidentes políticos al régimen nazi. Ya durante la guerra, ejerció como oficial del ejército nazi y participó en las campañas de Grecia y Yugoslavia, entre 1942 y 1945, siendo responsable de multitud de crímenes de guerra, por el asesinato indiscriminado de civiles.

Irlanda no fue el único país en poner un colaborador de los nazis en un sello postal

Aunque siempre se sospechó del siniestro pasado de Waldheim, éste no salió a la luz pública hasta 1988, y aunque algunos estados tomaron medidas (más de cara a la galería que otra cosa), como declararle persona “non grata” en su territorio, nunca nadie llevó a cabo iniciativa alguna para llevarlo a los tribunales internacionales.

Hoy se sabe, gracias a documentos desclasificados recientemente, que la CIA conocía, desde el principio, los crímenes de Waldheim, pero igual que hizo con otros criminales nazis como Klaus Barbie o Herbert Von Braun, decidió silenciarlos a cambio de útil información para la lucha anticomunista, emprendida por los Estados Unidos, tras la Segunda Guerra Mundial, “contra los países socialistas”.

Adolf Heusinger De Alto Oficial De Hitler a Presidente Del Comité Militar De La OTAN

                                    Adolf Heusinger Nazi              Adolf Heusinger OTAN 

Adolf Heusinger nació en Holzminden, Alemania, el 4 de agosto de 1897, se unió al ejército alemán y sirvió durante toda la Primera Guerra Mundial.

Heusinger permaneció en el ejército y poco después del estallido de la Segunda Guerra Mundial fue ascendido a coronel y nombrado jefe de operaciones en el OKH (Oberkommando des Heeres - Estado Mayor del Ejército de Tierra); en marzo de 1941, el OKH representado por Halder, Heusinger y fue Eduard Wagner, recibieron órdenes del mismísimo Hitler, para que la guerra en Rusia debiera llevarse a cabo como una "guerra de exterminio"; la cual tuvo un saldo de aproximadamente 26.200.000 de muertos soviéticos entre civiles y militares.

Soldados alemanes fotografían la ejecución en la horca de partisanos soviéticos en la "guerra de exterminio"

El 23 de diciembre 1941 Heusinger fue ascendido a general de división y el 21 de enero 1943 el teniente general. Después de una enfermedad del coronel general Kurt Zeitzler, Heusinger fue encargado en julio de 1944 en representarlo y así oficio durante unas dos semanas como Jefe de Estado Mayor del Ejército. 

Heusinger, que resultó herido levemente en la explosión del 20 de Julio de 1944, y estaba de pie junto a Adolf Hitler cuando la bomba colocada por Claus von Stauffenberg explotó, fue detenido por la Gestapo y acusado de estar involucrado en el complot de julio. Se presentó ante Roland Freisler y la Corte de su pueblo el 7 de agosto de 1944. Aunque no hubo evidencia de que Heusinger tuvo contacto con muchos de los conspiradores, fue exonerado, pero no se le permitió volver a su puesto de alto nivel en el ejército alemán.

Recorte de Prensa del 12 de Diciembre de 1961 denunciando que Heusinger es un Ex - Nazi

Después de la guerra, jugó un papel importante en la OTAN y fue presidente de su comité militar (1961-1964). Adolf Heusinger murió en 1982.



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